domingo, 25 de enero de 2009

EN PAZ

AMADO NERVO

Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,

porque nunca me diste ni esperanza fallida,

ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;



porque veo al final de mi rudo camino

que yo fui el aruitecto de mi propio destino;



que si estraje las mieles o la hiel de las cosas,

fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:

cuando planté rosales coseché siempre rosas.



... Cierto, amis lozanias va a segui el invierno:

¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno¡



Hallé sin duda largas noches de mis penas;

mas no me prometiste tan sólo noches buenas;

y en cambio tuve algunas santamente serenas...



Ame fui amado, el sol acaricio mi faz.

Vida, nada me debes. Vida, estamos en paz

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