domingo, 25 de enero de 2009

EL OLVIDO DE LOS AÑOS

n medio de mis olvidos
se me presenta la imagen
de aquella tarde sombría
cuando escuche la promesa
de que pronto volverían.
Y vi sus pasos marcharse
allá por las cuatro esquinas
y volví, volví mis ojos, con la mirada perdida
por los años que te roban
el color de las pupilas.
Hoy tengo una nueva cama,
y tal vez nuevas amigas,
tengo un ventanal enorme
y un jardín lleno de ortigas,
una enfermera que vela
la hora de las noticias
mientras yo, clamando ayuda,
sigo en el piso tendida
esperando que una mano
venga y se llame “familia”.
Me golpean los recuerdos
crueles, metálicos, fríos.
Ahora son lentos mis pasos
y lejanas mis historias.
Se han perdido mis ayeres,
los vuelos de mis vestidos
han coleccionado polvo
y cenizas del olvido.
Hoy busco en mi mente inquieta:
la hora de las pastillas
el cumpleaños de mi nieta,
y cada evento ordinario
es una fecha imposible
de hallar en mi calendario.
Inexorable es la partida del ayer,
es una sombra inalcanzable
con manos gigantes que me dicen adiós...
Soy tan sólo ese triste estorbo
que finalmente lograron evadir
...me arrincono contra esos muros
inclementes, y desesperanzados,
de este muelle donde encallan
mis últimas ilusiones.
Ya no me quedan victorias
…¡la vida como premio me coronó con el olvido!

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